El Origen es la implantación de sueños (Inception)

¿Qué ocurriría si El Origen de tu suicidio fuera la inseminación de una idea a la que alguien te induce en un sueño? Inception se abusa de la mentalidad de la audiencia en el cine. El cuerpo se tensa y se disfruta de otra gran obra de vértigo de Christopher Nolan que junto a Leonardo DiCaprio desafían años de teoría con la propia psicología poética de la ciencia ficción.

Cuando existen laberintos dentro de otros laberintos que soñamos

El sueño

Al ser humano siempre lo exalta la inestabilidad, aquello que lo descoloca de su sitio seguro y le genera incertidumbre que lo llega hasta a enloquecer. Desde la bella locura de Kafka pasando por las interpretaciones freudianas hasta jugar en la Matrix con magos, galaxias y hobbits, nuestra mente busca escapar a esto que tu sientes como real y que yo considero mi propia realidad.

¿Qué pasaría si te dijera que este post que estas leyendo, ese teclado y la luz de la pantalla no son reales? Me responderías que a esa película ya la viste un par de veces y que prefieres la pastilla roja o solamente te acomodas el pelo en reflejo del anteojo de Morpheo.

Pero en que pensarías si te dijera que esto que estas «viviendo», leyendo mi blog es real pero tan solo en una parte. Porque podría ser que aún estés dormido/a y sea en tus sueños donde estamos compartiendo esta especie de momento inconsciente. Quizás yo me haya conectado a tu sueño, yo lo haya diseñado y tu lo completes, pero seguimos dentro de tan solo un sueño.

Hasta quizás en este inofensivo sueño en el que te ves leyendo de tu pantalla, yo puedo ingresar y plantar una idea, que podría ser de que vayas a ver Inception (El Origen) o también podría robar algo de tu mente como acaso el pensamiento de que deseas ir con ese compañero del trabajo o la piba de la facultad. Todo eso es posible y mas si soñamos junto a Christopher Nolan.

Cuando el sueño es real

La película

Inception es sin dudas la película del año, por varias razones. Invirtió en un gran elenco, su director vuelve a lucirse en escenas de acción, composición de situaciones extremas y sorprende con un gran guión. Un simple idea que a modo de granada se instalará en cada charla que tengas a la salida del cine.

DiCaprio sigue evolucionando gratamente como actor

El sueño, perdón, la película tiene a Leonardo DiCaprio como Cobb, un ladrón del subconsciente que roba ideas y pensamientos. La misión que lo ocupa tiene como financista al gran Ken Watanabe (Saito), su compañero Arthur es llevado adelante por Joseph Gordon-Levitt que no cautiva como en 500 días con ella pero flexibiliza la acción con rostro de niño pensante.

Ellen Page sigue sin poder desprenderse de su cara de niña, pero nuevamente como en su aclamada Juno vuelve a ser intensa en los diálogos y firme en sus miradas haciendo de la Arquitecta Ariadne. Al team lo completan Tom Hardy como Eames, Dileep Rao como Yusuf y lo corona Michael Caine como Miles, con su cara de bienvenida y su toque inglés al hablar.

Párrafo aparte para Christopher Nolan que tan al extremo nos lleva que hasta puede que sintamos miedo de la bella Marion Cotillard que es Mallorie «Mal«, difunta esposa de Cobb, que se manifiesta problematizando en el paisaje de ensueño más allá del control de DiCaprio.

El director Nolan ya había tenido su Movie of the year con Batman

Lo que demores en entender la trama será quizás tiempo perdido del disfrute. Es una película que no respeta la gravedad de la categoría thriller psicológico, que corre y viaja a otro nivel de en sueño sin esperar que te acomodes. El popcorn puede distraer  y la gaseosa atragantarse con el suspiro que se reclama en cada éxito/fail de la misión.

Las cosas se derrumban, explotan, hay sospechas, tensión y al final la sala se quedará congelada pensando si este sueño es real.

Será mejor que pienses en un amuleto para ver si cuando sales del cine no estas en medio de un sueño, o mejor piensa que quizás he logrado instalarte la idea de ir a verla en este momento en que el realmente estas durmiendo en tu cama, mientras yo deambulo en tu subconsciente estrellando palabras en una pantalla imaginaria, aunque real a la vez, tu decides que creer.

Mantente atento al soñar