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El futuro del periodismo: profesión, mutación

In Derecho a Replica on 18 octubre, 2010 at 8:59 AM

Eliseo Verón es sociólogo, antropólogo y semiólogo argentino que escribe semanalmente en Perfil ya hace un tiempo. En una nota del Domingo 30 de Agosto, hacía referencia sobre varios puntos útiles en torno a la discusión que vive el periodismo. En el texto complementa sus ideas a la nota ¿Cómo salvar al periodismo? de Roberto Guareschi y me pareció interesante recordarla.

Roberto Guareschi publicó una columna con un título simple y directo: “¿Cómo salvar al periodismo?”. En ella recuerda algunas de las muchas cifras sobre la situación de los diarios en el mundo, que con razón el autor califica de “tremendas”: caída de la circulación y de la publicidad, reducción drástica de recursos y de servicios, despidos, quiebras y, como consecuencia, creciente pérdida de la calidad del producto.

“Los diarios no tienen un gran futuro” pero “la idea no es salvar a los diarios sino al periodismo”, subraya Guareschi invitando a los propios periodistas, a los empresarios, a las universidades, a los intelectuales y también a los políticos “capaces de pensar más allá de la coyuntura” a abrir el debate. Yo me sentí interpelado –el lector me colocará en la categoría que le parezca mejor.

Guareschi no discute el periodismo digital; sólo señala al pasar que los diarios “no emigran bien a Internet… y lo que allí ganan no llega a compensar lo que pierden en el papel”. Así planteada, la cuestión está pensada desde el diario papel. Como el propio autor lo sugiere, para pensar su situación la imaginación profesional tiene que salir del diario.

Michael Massing, un editor de la Columbia Journalism Review, acaba de publicar en la New York Review of Books (www.nybooks.com) un artículo sobre el periodismo en Internet y es más optimista que Guareschi: “La práctica del periodismo, lejos de ser parasitada por la Web, está allí siendo reinventada, con una variedad de experimentos fascinantes en la recolección, presentación y difusión de las noticias”. Massing describe en su trabajo numerosos sitios y blogs donde están ocurriendo cosas nuevas e importantes, que era difícil (si no imposible) imaginar en la práctica tradicional del periodismo.

Mencionaré aquí algunos temas que me parecen significativos para una discusión sobre el futuro de la profesión.

Articulación individuo/organización. Internet está generando un proceso de desinstitucionalización: se podrá ser periodista profesional con mayor independencia respecto de las grandes organizaciones (durante mucho tiempo, freelance ha sido una expresión peyorativa). El periodismo se estaría transformando en una profesión liberal, como los abogados o los arquitectos, que tienen diferentes opciones sobre el contexto institucional donde ejercer su actividad. Ha ocurrido lo contrario, por ejemplo, en el caso de los médicos, cuya dependencia de las grandes organizaciones es cada vez mayor.

Articulación mercancía/bien público. La información es sin duda una mercancía, aunque para ser políticamente correctos hay que agregar: pero no es sólo una mercancía. El problema ha dado lugar a infinitas polémicas, pero no es específico del periodismo. Tal vez no haya mercancía que sólo sea mercancía: todos los productos asociados al cuerpo plantean la cuestión de la salud, y todos los inmateriales (como el discurso de los medios), la cuestión del funcionamiento mental. La interacción de la lógica del mercado con los valores públicos es una problemática política que atraviesa hoy todas las instituciones de la modernidad tardía (piénsese en la bomba que tiene en sus manos Obama con el proyecto de reforma de los servicios de salud). En el caso del periodismo, Internet está desdibujando la figura “masivo-industrial” de la información como mercancía.

Rol de la innovación tecnológica. Contrariamente, de nuevo, a la medicina, donde el equipamiento técnico es cada vez más caro, sofisticado e inaccesible fuera de las grandes organizaciones, el avance tecnológico favorece la autonomía del periodista: los dispositivos técnicos son cada vez más manejables, simples y baratos. Claro, decir que “todos podemos ser periodistas” es una manera bastante infantil de resumir este aspecto de la situación.

Condiciones de producción del discurso informativo. Hasta ahora, la profesión nunca llegó realmente a admitir que la “objetividad” es una ilusión. Massing comenta que la mayoría de los bloggers interesantes no busca escribir textos “bien balanceados”: el periodismo digital tiende a volver más explícitos los puntos de vista a partir de los cuales se construye la información.

Buena noticia: tal vez la evolución en curso pueda darle el golpe de gracia al mito de la objetividad y la profesión termine reconociendo que, en su historia, estuvo siempre muy cerca de la política: que informar fue siempre comunicar, es decir construir mundos.

Fuente: Perfil

¿Cómo salvar al periodismo? de Roberto Guareschi

  1. Muy interesante el Post!
    Hay varias cuestiones a tener en cuenta a la hora de pensar el problema. En todo caso habría que desagregar ¿Qué es el periodismo?
    En ese sentido, hay una serie de funciones distintas que cumple el periodista que tiene, a mi ojo, futuros distintos.
    1) Opinión: a medida que los expertos en diferentes campos aprenden a divulgar, el periodismo de «opinión» pierde espacio. Basta ponerse a revisar los grupos de rechazo a Jorge Cuadrado (por quien siento admiración) en Facebook, para ver que la función del periodista como formador de opinión está bastante cuestionada. Cuestionada la neutralidad política de las organizaciones que los respaldan, los periodistas van a tener que pelear con partidos políticos y expertos ese lugar.
    2) Periodismo de relato de sucesos: creo que esta función que cumple el periodista tiene más futuro. Simplemente porque se requiere una competencia especial para saber «contar». No creo que haya mucha competencia en este espacio, pero si los periodistas se van a ver mas exigidos. Van a tener que lidiar con reclamos de democratización de la agenda (cuales son los sucesos noticiables y cuales no) y de encuadre (por qué hablamos de «piqueteros» y no «trabajadores desocupados», o «militantes» en lugar de «ciudadanos»). Aquí el reclamo va a ser de neutralidad política benevolente y veo poco espacio para que haya editorialismo implícito en la noticia.
    3) Periodismo de investigación: por excelencia es lo que nadie que más puede hacer. Acá el problema es económico. El periodismo de investigación sale caro: hay que tener gente muy formada, pagos a fuentes, viajes, viáticos, etc. Sólo periodistas formados pueden hacerlo bien. Pero por otra parte, parece difícil que los modelos actuales (que parecen reclamar noticias gratis) puedan pagar por ello. Aquí habría que recurrir a la idea de bien público, pero desde un enfoque mas económico. El periodismo de investigación es algo caro y por lo que nadie quiere pagar. El mercado no lo va a hacer tampoco. Pero es un bien deseable. Si. ¿Cómo hacemos? ¿Publicidad oficial para qué el estado pague a un contra poder para que lo controle?
    Resta mucho tiempo para ver, todavía, que va a pasar con el periodismo. Pero el punto de partida de cualquier discusión tendría que empezar con la desmitificación y asumir como perdida para siempre la plusvalía ideológica y económica que tenía el periodismo hasta hace algunos años.
    Saludos.

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