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Posts Tagged ‘periodismo’

Llega #HacksMediaLabs2014 a Córdoba

In Cobertura iPhone on 22 octubre, 2014 at 12:06 PM

Te invitamos a participar de #HacksMediaLabs, una maratón de innovación que busca desarrollar ideas para revolucionar al periodismo digital a partir de la tecnología. Se desarrollará el 24, 25 y 26 de octubre en el campus de la Universidad Blas Pacal, Av. Donato Álvarez 380 y contará con la colaboración de 9 universidades,  12 medios de comunicación,  30 periodistas, más de 15 expertos en tecnología, organizaciones vinculadas tanto al periodismo digital como a la programación y oradores especialistas en nuevos medios. 

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El evento está destinado a estudiantes, periodistas, diseñadores, programadores, hackers y emprendedores. El objetivo es que los participantes, organizados en equipos de trabajo,  desarrollen nuevos proyectos periodísticos y startups que se validarán  frente a un jurado de expertos.  Se podrá participar en 4 categorías con ideas nuevas o de hasta 1 año: startup y aplicaciones de noticias, periodismo de datos, nuevos medios digitales y programas de contenidos.

Se otorgarán premios de incubación y mentoreo por parte de especialista y directores de carreras de la UBP, ECI, UNC, FAMAF, La Metro y CEDI. Además, durante las jornadas participarán oradores que, a través de conferencias, keynotes y casos de estudio de emprendedores, brindarán asesoramiento a los presentes.

Más información: www.hacksmedialabs.org / 011-2253-4905.

#SMDayCba 2014: Lo que hacemos y aquello inevitable

In Cobertura iPhone on 11 octubre, 2014 at 1:09 PM

La cita fue contundente, cada vez mas gente se interesa en Social Media y hacen falta espacios de discusión o foros para la reflexión entre los que «Hacemos cosas» en las redes sociales y la web.

La formula general del Social Media Day se repitió con ciertos ajustes en comparación a 2013. Paneles para los grandes Medios (ahora también Sponsors explícitos), Agencias «porteñas» con su impronta capitalina; un momento para los grandes Players como Google y Facebook; Especialistas puntuales y esta vez si, un panel de ciertas micro experiencias locales para cotejar y discutir.

Por la mañana #ElContexto, donde lo más destacado fue el panorama que brindó Lalo @Zanoni sobre el futuro interconectado en el que viviremos. Humor, dinámica y la visión de alguien que va y trae, de las Ferias de Tecnología más importantes del mundo, esos detalles claves de los que hablaremos los próximos 10 años.

El caso de @TarjetaNaranja como siempre (lo hemos visto varias veces pero siempre renovado y fresco) fue muy prolijo, contundente, claro, sin esconder datos ni experiencias. Sin dudas una de las empresas más sólidas en lo que a su estrategia digital se refiere. Los ejes fueron las Crisis; el Contenido puntual de sus acciones durante el Mundial Brasil 2014 (fueron Sponsor de la Selección Argentina) y el espíritu que los entrelaza, condensado en Conocernos. Queda claro que intentan transmitir un espíritu (Naranja) que es transversal a todos los que hacen esa Empresa, y en Redes lo van logrando. Lo que se destaca es que se animen a contar, siempre, los pasos que van dan y los ajustes que disponen. Sincera, puntual y con sustento.

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Foto cortesía de Álvaro Corral (http://www.alvarocorral.com.ar)

El plato fuerte antes del almuerzo (?). Facebook volvió a Córdoba, la ultima vez había sido en el Congreso de Fopea donde Alberto Arévalos había transitado la cornisa del respeto por la incomodidad de responder ciertas preguntas. Esta vez un entretenido Bruno Maslo y una precisa exposición de Mariana Piccinini cayeron muy bien. Facebook ahora se para del lado de las PyMES y le sobran argumentos de Targetting o Segmentación como para ser un destino atractivo de la inversión. Inversión que ellos argumentan debe ser cada vez mas creativa para lograr un lugar en el Newsfeed, que aumentó por siete la competencia de «oferta» de contenido.

Todo fue risas y casos que explotan su conversión gracias a la Fan Page hasta que @LSeco dijo lo que todos querían preguntar (o mejor dicho, gritó lo que todos querían decirles) ¿Se puede sobrevivir en Facebook sin pagarles? Esta vez tampoco hubo respuesta del todo, pero por lo menos @BMaslo educadamente llamó a dar pelea por lo creativo. Creo que la respuesta es que Facebook no se quedará mirando como las Empresas utilizan su plataforma como un canal para hacer negocios sin que se lo incluya. Quedan para la próxima las otras preguntas incomodas: facturación en territorio nacional y privacidad o condiciones de uso.

#Tip: todo lo nuevo que se mejoró en Facebook sobre posteos de Video nativo. A repasar y experimentar porque puede darle entidad a nuevos mensajes.


Por la tarde, el postre, lo empalagoso de Google y su fiel estilo tanguero: primero yo, segundo yo, tercero yo. Números insuperables y tan fríos como simples para «pedirnos» que ahora pautemos (también) en YouTube. Una sensación totalmente contraria dejó el simpático caso de las Abuelas Googleras. La tecnología a veces tiene esas cosas que la vuelven cálida y esta es una de esas.

Lo que se veía venir. La técnica en el escenario estaba entre algodones y Fabian Melo se llevó la peor parte. La Siglo 21 falló ahí y una exposición que buscaba ofrecer uno de sus productos terminó patinando. Melo sobrevivió por la simpatía de los Tweets pero punto flojo. Y aprovecho para un asterisco: ¿nadie se dio cuenta todavía en la Universidad mas grande del interior del país lo que pasa desde que se fue «el Bomba»? No hay hospitalidad en el Campus mas caro de la Región Centro, el Wifi tropieza, nadie se ocupa de los detalles de darse cuenta cuando falta aire acondicionado (o sobra) y cuando no se soporta el estupor, son mínimas cosas que prestigian al lugar, o por lo menos hacen que todo sea acorde y coherente.

Tenía que haber Periodismo. Zuliani dio la fecha de aire para PulXo (?). Perotti volvió como en 2013 a marcar panorama y sus frases twitteables volvieron a ser elogiadas por el público. Darío Gallo trajo buenos conceptos y una visión que enriqueció. La conclusión: hay que seguir apostando al Contenido y buscar que la gente se quede mas tiempo en la web. Lástima que después entres a sus Diarios y entre los banners y el #ContenidoWanda solo te dan ganas de irte. Ya se unirán supongo con el tiempo lo dicho en las charlas y lo que hacen.

Atentos a las dos Apps de Clarín: Al Toque es la redacción Mobile que cura contenido y te propone una especie de Timeline de Twitter con «Titulo y bajada». Buscan síntesis y profundidad. A tener en cuenta! Y Clarín Social tiene como novedad que al fotografiar (o escanear) el diario te permite compartir el artículo digital. Gran oportunidad comercial puede traer un modelo de este tipo.

Al final, Community Managers. De este panel, que me tocó integrar, solo diré que en el poco tiempo que hubo se intentó dar una fotografía panorámica de diferente casos y esa diversidad avivó muchas consultas del público. Habrá que seguir la conversación. Bien por Adriana Bustamante que se animó a subir a «los jóvenes» que muchas veces están detrás haciendo que las cosas pasen.

*Aclaro que no fui alumno de la Universidad Siglo 21 ni cursé ninguna de sus Diplomaturas como se anunció en las redes oficiales del evento.

¿A vos qué te pareció el #SMDayCba?

Podés ver entero todo el evento acá:

Es la comunicación, estúpidos

In Derecho a Replica, Exclusivos on 5 septiembre, 2012 at 9:52 AM

«Se viven años de cambio y oportunidad», sostiene cuanto comunicador cruzo en charlas y conferencias. Mas allá de la obviedad que encierra la frase y su inutilidad alarmista, me parece que no se enfoca en lo que realmente debemos hacer en épocas como estas (y como todas, con cambios y oportunidades): comunicar. Gobiernos, Medios, Corporaciones, estudiantes, profesionales, líderes y poblaciones enteras viven, reniegan, votan y se pelean o creen triunfar en un enfrentamiento meramente dialéctico. El mundo que construimos desde la comunicación nos está claramente venciendo y cegando a la vez. ¿Vos que estas haciendo por este mundo en comunicación? Aclaración: el silencio también es una acción.

En mi país se viven años en los que el Gobierno de turno está claramente enfrentado a un Grupo de Medios y enfocado en «combatir» a ciertos periodistas (las comillas implican que el verbo es exagerado pero lo uso para graficar). Mis compatriotas se exasperan cada vez que el Gobierno, por medio de la Presidencia o Ministros, comunica algo. Los medios padecen que desde el Estado les determinen la agenda informativa y se enfrentan a su peor panorama empresarial en años. Esto último hace referencia a que los medios gráficos por ejemplo, cada vez venden menos, los programas políticos son cada vez menos vistos en TV y las radios propalan toda la publicidad oficial, u opositora, que necesiten para subsistir.

En el medio, la gente, la audiencia. Perdida, callada y aturdida. Inmóvil, inútil y sin saber a quien escuchar en vez de pensar algo que decir… y decirlo.

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Un Gobierno que comunica

El Gobierno en mi país habla y mucho. No es mi intención determinar acá si lo hace bien o no, pero las maniobras que cada semana realiza parecen por lo menos darle la razón acerca de ganar la escena. Esta especie de cambio, que se ha generado en una joven democracia, se sustenta sobre todo porque Gobiernos anteriores compartían en cierto modo el manejo de la agenda con los medios. Planteaban un Ministro a diario para regar los temas del día, convivían según los grandes medios preferían en sus programas, se prestaban a participar del banquete que los canales o radios preparaban con cada tema. En ese contexto se participaba, se exponía y expresaba pero sin confrontar en ningún punto. Los especialistas de las comunicaciones gubernamentales estaban mas bien abocados a que la escenografía de cada puesta se vea perfecta, puliendo detalles y evitando que los medios llegasen a ver desperfectos políticos. Yo a estos objetivos comunicativos en política le llamo El arte de disimular, el Gobierno se mueve y negocia una agenda donde permite decir a cambio que le permitan esconder otras cosas.

De un tiempo a esta parte, un Gobierno procedente del mismo movimiento político, ha planteado un cambio en esas reglas del juego mediático nacional. Cuando la fuerza partidaria lo vio conveniente se permitió romper con el método anteriormente descrito. De esta manera estamos frente a un escenario que llamo El arte de decir, donde el Gobierno es el principal emisor, entendiendo la lógica que cinco ministros hablan mejor que uno, que habilitar múltiples canales redobla efecto y que empatar las fuerzas mediáticas con medios también es equilibrar percepciones. Básicamente me refiero a que el Gobierno se ha permitido distribuir licencias de medios o alentar que empresarios amigos (o no) creen medios para de esta manera empardar la oferta de mensajes públicos. Pero mas allá de esa metodología empresarial el punto mas fuerte en el que se ha parado esta gestión es en ganar la escena y robarles a los medios la posibilidad de dictar agenda. Son casi nulas las veces que en algo así como una década, los medios han logrado posicionar con fuerza temas en la agenda pública, los que se han tornado como importantes no han subsistido el tiempo necesarios para dañar la imagen oficial o han sucumbido a otro tema planteado.

Acá es por donde pasa la clave de lo que pretendo plantear. Vos que eres comunicador o simple receptor ¿Tienes consciencia de esta disputa mediática donde siempre pierde la población?. En una vereda están los Medios que llamaremos opositores al Gobierno, aquellos que motivados por intereses particulares y empresariales han tomado la bandera de forzar los limites de lo ético en pos de intentar tener la razón en algún punto flojo de la administración actual. Digo ‘intento’ porque teniendo los medios mas consumidos, la Corporación a menudo se ve ridiculizada y es quien mas perderá en esta batalla mediática. Se ha postulado como parte de una pulseada con el Gobierno en donde ha perdido décadas de prestigio y su activo clave: la credibilidad. Este activo no lo podrán recuperar jamás, mientras que el Gobierno o una fuerza política goza con el frágil olvido que tiene la sociedad o con la oportunidad siempre latente de ensayar reparos con nuevas propuestas que suenen superadoras. Los medios en este caso pierden por segunda vez cuando cegados en una guerra, que se han auto proclamado para victimizarse, se ven presos de su propia ineficiencia. Los adictos a los comunicados oficiales en tanto, estarán tan preocupados por defender un modelo de hacer que dejaran de escuchar lo que dicen, perderán nociones de verdad y terminaran sin ver las fallas intestinales que amenazan realmente al movimiento social al que pertenecen. En ninguna visión parece preocupar la anticipación que hay que tener para sostener un modelo político o empresarial.

Todo gobierno tiene flancos débiles, casos de corrupción interna o funcionarios sospechosos; los medios en vez de ir a fondo con innovadoras formas de sostener y exponer investigaciones eligen pelear en la arena superficial. Es mas simple buscar un periodista de pasado respetable que con dinero produzca breves informes de impacto que no lleguen ni a encender consciencias por la propia debilidad comunicativa que proponen. Esta alternativa es mas simple de vender o promocionar, es algo mas parecido al redituable show televisivo que a las grandes investigaciones periodísticas del siglo XX. En este siglo hiper conectado, los medios no logran darle calidad o innovación a sus informes como para que la gente, por el simple hecho de reaccionar a una conducta gubernamental incorrecta, quiera entender un caso. Por supuesto es mas simple buscar métodos alternativos de financiación, despotricar sin periodismo serio y buscar argumentos en los políticos que en este turno se hagan llamar opositores con su manual de frases catastróficas hechas.

Frente a este panorama el Gobierno no tiene mas que razonar por un momento, ¿Cómo dominar la escena e instalar los temas según mi conveniencia?. Tiene herramientas como nuevos medios que ya mencionamos, pero también ha detectado a tiempo la presencia que debe tener su mensaje en redes sociales, entiende que para atravesar el cerco de los multimedios se debe recurrir a las Cadenas Nacionales (interrupciones legales de la programación en las principales emisoras de radio y televisión) y por sobre todas las cosas, comprendió que la agenda de acciones oficiales debe seguir una lógica estratégica en términos de comunicación. Este último factor puede llegar a prevalecer por sobre las propias necesidades sociales o estirarse hasta donde el contexto lo permita. Grandes, medianos y pequeños anuncios oficiales, presentaciones ministeriales, mensajes sectoriales de impacto, debates para analizar la opinión publica alrededor de una cuestión y hasta favorecer publicaciones de miradas opuestas a sus intenciones pueden ser útiles. Amortiguar los golpes y salir ileso, posicionando siempre su discurso en el centro y proponiendo una polarización ha sido la jugada.

Planteando así el escenario, desde la tribuna oficial, no han tenido nada mas que ver pelear a mandos medios con menos nutridos periodistas, lograr el apoyo de sus miembros base para la defensa cuerpo a cuerpo en todos los temas que polarizan y polemizan, tener siempre preparados anuncios que borren temas de agenda y postulen nuevas discusiones. Mientras el Gobierno planifica, postula y concreta mensajes para controlar la agenda, los Medios caen en cada trampa que estas propias comunicaciones le establecen. Se filman reuniones donde participa un Ministro y se ensayan análisis de formas y no de fondo, se realiza un mensaje en cadena y se quedan viendo cuanto dura, la cantidad que se usa el método y hasta aquello que se interrumpió, pero nunca el mensaje.

Se atacan cuestiones colaterales y nunca el núcleo de lo que se plantea. Se deja a la gente, o se la incita en algunos casos, a gritar ante el televisor antes de tratar de que entienda; ni un posición ni otra. Entonces a mis compatriotas que tanto reniegan a diario por el uso, las formas y la comunicación oficial les recomendaría que se preocupen y exijan a sus medios afines a que les postulen análisis que valga la pena. Es comunicación, estúpido, es política. Periodistas moralistas de las formas pónganse a investigar lo que realmente haya que develar y dejen de hacer propaganda o show pago. Votantes enojados dejen de gritarse a si mismo y piensen, analicen, profundicen.

La guerra no es tal entre un grupo mediático y el gobierno, esa guerra tuvo su desenlace en las urnas aunque el rating indique lo contrario. En lo que si estas a tiempo de participar, es de la batalla discursiva que se genera a cada minuto desde la comunicación de posiciones. Si eres un comunicador militante, propicia la purificación del movimiento y la difusión de lo hecho correctamente. Si eres comunicador que no comulga con el Gobierno, intenta develar lo que haga falta con profundidad y calidad para despertar conciencias. Quizás haciendo lo que cada uno tiene que hacer, tengamos mas claridad para pensar en cada comunicación que se propone y hasta intervenir siendo parte realmente de la agenda. El cambio es constante y la oportunidad te espera.

El periodismo, nuestra profesión mas hermosa

In Exclusivos, Malas Viejas, Prosas Propias on 7 junio, 2012 at 2:14 AM

Hoy es el Día del periodista en mi país. Por eso reflexiono, recuerdo y trato de concluir.

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Obra de Jose Bahamonde @ElJosedelaGente

Días atrás encontré a una colega que con apenas mas de veinte abriles renegaba de ser Periodista. Pero no era un simple berrinche sino mas bien una total desilusión con la profesión. La verdad que me alarmó, pero no como un padre o un adulto que no comprende a un joven sino desde el sentimiento mas puro de un par suyo y en este caso particular, compañero en una aventura profesional.

Seguramente sus reflexiones de periodismo – profesión – trabajo – realización, van mucho mas allá que un par de tweets y no pretendo tampoco decir algo solo agarrado de esas pocas palabras. Preferiría obviamente conversar un par de horas y entender o discutir lo que pensamos. Pero me animé y le escribí:

Para serte franco el periodismo, los medios y su gente son una mierda. Es así. Pocos se salvan y la mayoría elige salvar el bolsillo y no la profesión. Sabes bien que siempre hablamos con los colegas mas cercanos de ir en contra de eso que se ha instalado. Tu crisis personal es la crisis de todos los que amamos una profesión, no una carrera, no un trabajo, sino una profesión. Esto es: un saber hacer.

Yo siempre me veo como un contador de historias, ese me gustaría que sea mi título. Y mi primer examen fue quizás contarle una pelicula a mi madre cuando ella llegaba a la noche del trabajo. Me paraba al borde la mesa y hacía voces presentando los actores, le daba un abstract o sinopsis y terminaba con las frases o escenas mas vendedoras para convencerla de que la alquiláramos el fin de semana y la veamos juntos. Con suerte Papá llegaría de sus viajes y la podríamos compartir. En la mayoría de los casos, Papá no llegaba y lo que era un hermoso momento con Mamá viendo la pelicula a posterior se convertía en una espera interminable pegado a la ventana esperando que él llegase. Contar era bello, compartir era mas difícil y yo allí comprendí que la satisfacción no sería una directa consecuencia de lo que amaba hacer.

La vida de esta profesión es así. Somos así. Estamos hechos para contar historias, develar, cautivar, enamorar e invitar a una aventura o relato. Pero la desilusión es una constante, el dolor es casi una segunda inspiración y siempre nos faltará algo para lograr esa total satisfacción posterior.

Disfruto mucho sentarme a conversar con periodistas, aunque algunos pocas veces lo quieran y otros generosos lo acepten, siempre siento que me faltan horas para conversar con cada uno. Para conocerlos a fondo, para conocer sus gustos, miedos, intereses, historias y mostrar las mías. Es de lo que mas me lamento cada día cuando me voy a dormir. De estar soñando lo mismo que varios y que no estemos mas juntos. El día que los periodistas nos asumamos como un colectivo para construir sin egoísmos ni lógicas empresariales mezquinas de por medio, vamos a cambiar el mundo.

Actualmente es la profesión menos rentable, quizás la mas desprestigiada y condenada a caer en una trampa mercantil donde sin pactar con el poder político o económico, no se logran grandes cosas. Y me lo confirman periodistas que ven como bajan su investigación porque el diario premia al empresario que podría haber sido dañado; el productor al que no le dejan leer los mensajes de opiniones contrarias a las de la radio; el conductor que reniega de la falta de criterio y creatividad en su canal.

El periodismo en mi nunca morirá e invito a mis colegas mas grandes a convulsionar su espíritu. Vuelvan a ser indomables, renuncien a la comodidad, salten con los jóvenes a las aventuras libres de corporaciones. Eduquen, compartan, dialoguen, discutan, escriban. ¿Qué esperamos para recuperar la profesión mas hermosa del mundo? Finalmente le dije a esta colega desilusionada, dejá el periodismo pero no tu profesión. Escapemos del sistema, pero no del destino. Vamos a intentar ser soldados de lo que amamos y lograr algo juntos.

La TV que se viene, la que tenemos o supimos conseguir

In Derecho a Replica, Exclusivos on 14 May, 2012 at 3:38 PM

La TV es un evento tecnológico en si mismo, desde su nacimiento a principios del siglo XX, pasando por su explosión y masificación en los ’50 hasta llegar a hoy, mucho se ha hecho en TV. Se ha cambiado su tamaño, su calidad, se ha integrado el color, mejorado su sonido, se ha logrado el manejo remoto y algunas otras cosas mas desde lo técnico. Pero quizás nos hayamos preocupado tanto por la TV que nos hayamos olvidado de la propia TV.

Actualmente, grandes empresas como Apple o Google amenazan a otras como Samsung por ejemplo, con la salida al mercado de sus propias pantallas para el hogar. El Smart Tv parece ser amenazado entonces por una especie nueva de aparatos que idearán los grandes players de la tecnología, las búsquedas y el diseño. ¿Pero como serán las nuevas Tv? Y quizás deba refinar la pregunta y llegar a lo importante ¿Qué veremos en ella?

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Mucho hemos hecho por la interfaz pero hemos olvidado el contenido que da vida a la propia Televisión como tal. La TV como medio todavía no ha perdido el terreno que quizás si, la prensa gráfica, pero si continúa sin replantearse algunas cuestiones quizás corra el mismo destino.

Entre las variables que deberíamos analizar para encontrar la TV del futuro, como gustan titular muchos, debiésemos pensar en: el Usuario; el Contenido y el Consumo.

– Usuario: ya no podemos hablar de audiencias como masas sin sentido, aunque parezca una aclaración obvia, todavía muchos piensan así a las familias que se sientan frente al TV. Hoy las audiencias son usuarios específicos y particulares que han fracturado de muchas maneras el concepto global de «audiencia» como un todo cerrado. Hoy las personas quieren ver y opinar, piden feedback, están dispuestas a brindar material, testimonio y hasta si es posible, competir con el propio medio por la noticia. Si los medios televisivos no toman como aliados a los usuarios, no tan solo los perderán, sino que se verán vencidos en la batalla de la inmediatez, la frescura y la honestidad. Tal cual les esta pasando a los medios gráficos.

– Contenido: ¿Qué les brindaremos, que les haremos ver? ¿Solo será entretenimiento nuestra TV en el futuro? Quizá la responsabilidad de nuestra generación de comunicadores, pensadores y consumidores, sea justamente encarrilar las cosas. Que la tecnología no arrase con todo y que tampoco todo sea entretenimiento. Que no implica que todo no sea entretenido.

– Consumo: Hace años la gente ya no mira TV y solamente eso, si te es difícil convencerte con esta premisa, te cuento que en unos años, nadie mirará solamente TV. Todos estaremos haciendo o consumiendo múltiples actividades mientras «vemos» televisión. Además quizás haya que romper con el «ver» televisión ¿Acaso las audiencias / usuarios no nos piden otro tipo de construcción? Vemos que los medios que se propagan son aquellos que ofrecen otro valor agregado, ya nada puede terminar en una sola acción como es mirar. Tendremos que pensar la manera de que la persona participe cada vez mas, se vea reflejada, aparezca, se escuche, etc. Como en su momento la radio se lo debe haber planteado.

Hoy estamos en un momento en el que la «revolución» de la TV llega desde el punto de vista tecnológico. Porque los nuevos aparatos son ultra finos, con Super calidad y reciben el contenido que le envíes desde un iPad o smartphone. Pero nos estamos olvidando de la TV. ¿No vamos a presentar batalla? ¿Los contenidos de YouTube se quedarán con las pantallas que supimos conseguir? Es hora de pensar, crear, escuchar y producir el cambio. Pero desde dentro de la pantalla y no tan solo todo lo que la rodea. Es tiempo de volver a hacer Televisión y dejar de pensar en hacer televisores.

@Malvinas30, un Documental Interactivo y Transmedia de calidad periodística

In Paladar mostaza on 28 febrero, 2012 at 10:26 AM

El próximo viernes 2 de Marzo se lanza Malvinas30, un Documental Interactivo sobre el conflicto en las Islas a 30 años de la última Guerra Argentina. Una excelente oportunidad de conocer y difundir nuevas implementaciones de un periodismo de calidad a partir de las plataformas digitales. Proyectos como éste me hacen creer que los medios esquivarán tanto periodismo retrógrado para apostar por prácticas innovadoras y de calidad.

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El trabajo será una contínua producción a lo largo de 3 meses y buscará, a través de herramientas digitales, que el usuario re/viva los acontecimientos de la Guerra de Malvinas tal como sucedieron durante el año 1982. Al ser un Documental Transmedia cada plataforma utilizada en el proyecto tendrá una producción propia para que el conjunto de realizaciones formen un todo homogéneo.

La idea es romper con el esquema tradicional documental donde el espectador observa una realización durante un lapso de tiempo y debe imaginar que eso que está viendo sucedió en algún momento de la historia, Malvinas30 contará lo que está pasando, el presente del año 1982. Una suerte de máquina del tiempo virtual.

Las redes sociales serán parte fundamental del proyecto, servirán para narrar en tiempo real el conflicto, publicar voces en primera persona y generar participación e interactividad con los usuarios. Desde la cuenta @Malvinas30 se publicarán en Twitter las alternativas de la guerra y lo que la prensa argentina y extranjera comentaba, además se transmitirán en streaming programas de Tv de la época para que el usuario pueda observar como se informaba la sociedad argentina en ese momento.

A su vez, desde la cuenta @SoldadoM30 un colimba de 19 años narrará la experiencia de formar parte de una guerra para tener una perspectiva de lo que fue el conflicto en primera persona. Allí se agruparán testimonios de ex combatientes que serán entrevistados, la memoria colectiva de los soldados argentinos personificados en ese joven.

Además, el proyecto tendrá entrevistas a periodistas, historiadores, infografías, fotogalerías, un gran archivo de prensa y producciones especiales que se publicarán en el sitio www.malvinastreinta.com.ar.

La Idea y Coordinación es de Alvaro Liuzzi (@alvaroliuzzi), la Realización está a cargo de Guadalupe López (@guadalopez) y Ezequiel Apesteguía (@eapesteguia) y el Diseño es de Romina Vázquez (@rominav)

Sitio: www.malvinastreinta.com.ar
Twitter: @Malvinas30
Twitter: @SoldadoM30
Facebook: facebook.com/Malvinas30
Google+: Malvinas30
Contacto: malvinas2012@gmail.com

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La espectacularización mediática, un crecimiento desmedido

In Malas Viejas on 12 diciembre, 2011 at 7:14 PM

Por Fabricio Cimatoribus

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La espectacularización de las noticias es un proceso que se viene gestando desde que el “relation” se comenzó a publicar en 1605, claro está en ese tiempo el termino era desconocido, esta antítesis (hoy común en los medio) existe desde tiempos inmemorables y muestra una dualidad que constantemente choca en los medios de hoy.

​La historia nos enseña el pasado y a la vez nos explica el presente y nos adelanta el futuro, por ello es propicio movilizar los ejemplos atrás en el tiempo, para entender la espectacularización de la noticia (término usado primordialmente en el periodismo) hace referencia a la explotación exhaustiva de una noticia utilizando recursos estilísticos como exageraciones o descontextualizar una frase a fin que esta sea más impactante a pesar que el contenido de la noticia sea superficial.

​Así las noticias tienden a exagerarse, no solo el contenido de las mismas sino la forma de comunicarla a fin que esta persista más tiempo en la opinión pública, aquí surge una duda ¿Qué impacta mas una buena noticia o una mala?

​Durante la revolución francesa existió un periodista que se especializo en este proceso, llamado Jean-Paul Marat, fundador del “L’Ami du peuple” (Amigo del pueblo) este periódico era una editorial que publicaba acerca de los “enemigos de la patria” es decir aquellos traidores a Francia y mediante diversos recursos literarios el diario se volvió el eje de la opinión pública aun cuando estaba constantemente cargado de malas noticias.

​Muchos casos como estos se leen hoy en día donde los medios mundiales generan una mayoría de malas noticias que opaca a las buenas, ¿hoy perdieron importancia las buenas noticias? El mundo del deporte no está ajena, este año River se volvió el caballito de venta de muchos medios basados en los contantes malos resultados, por ejemplo se hablo más de la primera derrota de River en la B nacional que de la seguidilla de triunfos a comienzo del campeonato, como así también en 2010 se habló más de los malos resultados de Boca que del último campeonato obtenido, ¿hasta qué punto las malas noticias impactan más en la opinión popular que las buenas? River genero más socios durante el descenso de categoría que en los últimos 3 años en primera.

​Siempre existen 2 caras, Boca genero a partir de los triunfos de 1998 en adelante un constante proceso de crecimiento en los socios del club a tal punto que hace tiempo que se cerró la posibilidad de asociarse a la institución xeneize y a pesar de los malos resultados en el último periodo previo al último campeonato la demanda de asociarse se mantuvo, claro está que a veces esta lógica choca con el pensamiento popular ya que en el futbol está el discurso “en las buenas y en las malas mucho mas” pero esto es desde la perspectiva del hincha.

​Mediáticamente tanto River como Boca generaron mayor debate en las malas campañas que en las buenas. Este fenómeno no solo se limita al deporte, ya que en la cobertura nacional a veces se da mayor importancia a sucesos malos como asesinatos, secuestros y demás que a situación de índole positiva como nacimientos múltiples, inauguraciones de edificios públicos, entre otras.
​Luego de leer esta pequeña columna quedan algunas preguntas para reflexionar ¿Qué impacta más un homicidio o la adopción de un niño? ¿El robo de un banco o la devolución de un maletín con dinero? Cual vende más tapas de diarios ¿el crecimiento del país o la crisis del mismo? Cual llama más la atención ¿Una buena crítica cinematográfica o el arresto de un actor? Cual escoge la gente ¿la foto de la hija de una famosa pareja o una foto de un paparazi comprometiendo a un famoso? ¿La unión de una pareja o el divorcio de la misma?

​Es una constante lucha por ver cual impacta más en la opinión pública, a mí entender y con la transformación de los medios en empresas periodísticas las malas noticias suelen vender más tapas, a tal punto que la crisis en Argentina del año 2001 llego a vender 57.000 periódicos cada 100.000 habitantes diferente a los 43.000 que se vendieron en 2006, siendo 2001 el pico máximo de diarios vendidos en los últimos 30 años, claro está, hoy la forma de leer los medios se ha modificado y digitalizado pero eso es materia de otra columna.

La muertes de Steve jobs genero más importancia en los medios que todas sus creaciones tecnológicas, la clasificación agónica del seleccionado argentino (gol de Palermo) en el mundial 2010 genero mayor impacto en la agenda mediática que la clasificación al mundial 2002 donde Argentina saco 12 puntos de diferencia con respecto al segundo.

Las notas negativas tienen mayor prioridad en los diarios que las positivas, un cuádruple asesinato resulta ser más importante que una persona que gana el premio Nobel de la paz, como así también el éxito de un libro es opacado con el fracaso de una película.

Que sucede en la sociedad para que esto se genere, claro está, para que algo tenga éxito, mediáticamente hablando, necesita instaurarse en la opinión pública sino tarde o temprano desaparece ¿la sociedad necesita del llamado “morbo” para interesarse en una columna de diario, una mujer desnuda vende más que un máster en literatura? O es al revés, ¿vivimos en una sociedad superficial?

La sociedad ha modificado sus preferencia a tal punto que se prefieren programas como “Gran Hermano” y “Showmatch” antes que aquellos que retratan la cultura como “Filosofía aquí y ahora”, hoy se prefiere leer una columna de chimentos a una de artes o filosofía, un libro de auto superación vende más que cualquier libro de historia, en internet la noticia del derrumbe de un edificio genera más visitas que la construcción de un monumento, a las fotos de famosos en situaciones comprometidas se les da mayor importancia que las 100 mejores fotos del mundo elegidas por national geographic.

Para finalizar, no quiero que se entienda esta columna como un llamado a eliminar las malas noticias, son necesarias para el correcto funcionamiento del mundo como así la posibilidad de saber qué es lo que no funciona en la sociedad, pero si la idea es mostrar un cambio particular en la demanda social y también una fuerte modificación en la agenda mediática, una tendencia que existió siempre pero que en los últimos años se acrecentó de forma desmedida.

Vende más una mala noticia, en la mayoría de los casos si, debería ser así, a mi parecer no, la opinión final siempre está en la sociedad y esta siempre marca la demanda ¿Qué le pasa a la sociedad?

Necesaria reflexión del periodismo argentino por la cobertura del «caso Candela Rodriguez»

In Derecho a Replica, Malas Viejas on 5 septiembre, 2011 at 12:46 PM

El Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) hace un llamado a la reflexión a los periodistas argentinos y a los medios de comunicación, en relación a la forma en que se realizó la cobertura noticiosa del denominado “Caso Candela Rodríguez”. Más allá de los hechos en sí, y de las responsabilidades materiales o intelectuales sobre la muerte de la menor que deriven de la investigación judicial, es importante que los periodistas hagamos un ejercicio de análisis autocrítico sobre nuestro trabajo cotidiano. La misma actitud deberían asumir las autoridades de los medios de comunicación.

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Es imperioso que en la cobertura de casos y temas policiales o de hechos vinculados con el delito los periodistas asumamos nuestro rol sin entrometernos o afectar el accionar policial y/o judicial. Eso no implica descuidar la importancia de la investigación periodística por fuera de las pistas oficiales.

La primicia no se puede transformarse en un valor en sí mismo y justificar cualquier cosa, como el avasallamiento a los familiares de una víctima, la intromisión en la escena de un crimen (con la posibilidad de contaminar pruebas) o la reproducción de supuestas pistas policiales no chequeadas de manera rigurosa.

Los periodistas debemos ser conscientes de que no toda la información que obtenemos de fuentes judiciales y policiales es publicable. Las hipótesis no confirmadas, los datos relacionados con la vida privada de familiares cuyo interés público no resulte evidente, los detalles macabros o las cuestiones que puedan perjudicar la investigación deben ser manejados con la discreción y la prudencia que la ética profesional y la vigencia de las leyes exigen.

Es imperativo también que el periodismo televisivo reflexione especialmente sobre la cobertura del caso Candela Rodríguez. Ha sido notable -como en otras ocasiones- la manera en que los segmentos informativos y los canales de noticias sostuvieron el tema en su agenda noticiosa más allá de las novedades reales que aportaba la investigación policial, e inclusive transformando al caso en una suerte de show permanente.

Sería importante en el mismo sentido repensar la utilización de la información del rating como un elemento decisivo en la construcción de la agenda noticiosa televisiva. Y en particular intentar abolir el uso del denominado “minuto a minuto” en los segmentos informativos.

Los mismos principios deben ser atendidos en los contenidos volcados sobre la plataforma digital, cuya instantaneidad no la exime de un tratamiento riguroso en este tipo de casos. La velocidad de publicación no significa pasar por alto los estándares de chequeo y control de calidad de lo que se difunde.

La dimensión ética de la información debería ser la base de la tarea de informar, considerando la importancia que tiene para los ciudadanos. Hasta que los medios y sus periodistas no asumamos ese desafío será muy difícil que comprendamos, asumamos y nos concienticemos sobre la responsabilidad social que implica el manejo de la información como bien social.

FOPEA es una asociación profesional de periodistas, que desde su origen promueve la asunción de códigos de ética y parámetros de calidad profesional periodísticos por parte de los medios de comunicación, como un paso elemental para que la sociedad reciba una información plural, rigurosa y precisa. Ante la ausencia de esta clase de documentos en las redacciones, los integrantes de FOPEA elaboramos un código para que los periodistas y medios de todo el país lo utilicen o creen el suyo propio http://www.fopea.org/Etica/Codigo_de_Etica

En lo específico de la cobertura de casos vinculados con el Poder Judicial, hemos elaborado un documento específico (ver http://bit.ly/p2egSG), con recomendaciones y principios básicos. La premisa de FOPEA en la materia apunta a la autorregulación de los propios medios y de los periodistas, sin ningún tipo de imposición de los poderes ajenos a ellos.

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A modo de recomendaciones en base a la propia experiencia en estos casos, los parámetros éticos que deberían conducir las conductas de periodistas y medios en estas circunstancias, como también de diferentes antecedentes que existieron en la Argentina y otros lugares del mundo, desde FOPEA aconsejamos:

• Ninguna noticia justifica poner en riesgo una vida. En las coberturas periodísticas de tomas de rehenes, el periodista no obstaculizará la tarea policial y judicial, y dejará que exclusivamente los funcionarios públicos se ocupen de resolver la situación.

• Los periodistas no aplican métodos propios de los servicios de inteligencia para obtener información. El uso de procedimientos no convencionales para lograr datos u obtener testimonios puede ser considerado sólo cuando se viera involucrado un bien o valor público. Nunca debe afectarse con ese fin la intimidad de las personas.

• El periodista debe respetar la privacidad de las personas. Sólo cuando se viera afectado un bien o valor público por un aspecto relacionado con la intimidad de una persona, puede prevalecer el derecho a la información de los ciudadanos por sobre la privacidad de un particular.

• En toda información debe respetarse el principio constitucional de inocencia de cualquier persona mientras una culpabilidad no hubiera sido probada judicialmente. Los pronunciamientos de las fuentes policiales no son suficientes para determinar culpas ni siquiera cuando tienen la forma de comunicados oficiales.

• En el caso de que víctimas de tragedias o incidentes, o sus familiares y allegados, prefirieran no exponerse a la prensa, debe respetarse su posición y evitar difundir imágenes o sonido del momento en el que rehúsan la requisitoria periodística.

• No deben publicarse los nombres de víctimas de delitos sexuales, a menos que se cuente con su consentimiento explícito.

• En ningún caso deben consignarse los nombres e imágenes de niños o adolescentes involucrados en actos criminales, ni siquiera por su nombre de pila, alias o apodo.

• Conociendo los antecedentes en la cobertura de temas vinculados al delito donde las fuerzas policiales dieron versiones erróneas o distorsionadas sobre el hecho investigado, intentar diversificar las fuentes de información y priorizar las fuentes judiciales.

• No dar difusión a informaciones que no puedan ser chequeadas al menos por dos fuentes independientes entre sí y tratar de minimizar la utilización de fuentes que no puedan ser identificadas.

• Consultar a las autoridades pertinentes y a los organismos responsables de la búsqueda de niños y/o adolescentes sobre si es recomendable en el caso específico dar difusión a la imagen de la víctima.

• Consultar a especialistas idóneos y no al primero que aparezca con intención de hablar públicamente de un hecho que desconoce en manera directa. Es común que en el fragor de encontrar especialistas dispuestos a hablar, aparezcan en los medios peritos, abogados o ex policías con un largo prontuario de irregularidades. Eso suele dañar la rigurosidad de la información que se requiere en hechos tan graves y de semejante sensibilidad pública.

• Facilitar los canales de información adecuados para volcar cualquier tipo de dato que pueda colaborar con la investigación judicial del caso.

• Nunca priorizar la primicia a la vida de una persona.

• No adelantar los pasos judiciales de manera que se pudiera poner sobre aviso a los delincuentes que intervienen en el hecho.

• Y, sobre todo, entender siempre que las víctimas son víctimas y los victimarios, victimarios. Con toda la responsabilidad que eso significa a la hora de informar a la ciudadanía y de no re-victimizar a quienes han sufrido un hecho de estas características.

Foro de Periodismo Argentino
Lunes 5 de septiembre de 2011

El oficio del periodista

In Derecho a Replica, Paladar mostaza on 15 agosto, 2011 at 10:00 AM

Un colega me recomendó esta nota y quisiera que la lean. Fue publicada por La Nación y escrita por  Hinde Pomeraniec. Por supuesto que coincido en la mayoría de los conceptos vertidos, aunque quedan varios interrogantes para revertir algo que a veces suena tan simple: Hacer periodismo.

Después del desayuno, envuelta en su bata bordó, ella se acomodaba en su sillón favorito. Erguida pese a su enfermedad, pasaba horas con la radio apoyada en su oreja izquierda y el diario abierto sobre la falda. Al mediodía, Juana nos pedía que subiéramos el volumen de la TV, para ver el noticiero. Mi abuela veía, leía y escuchaba noticias, como muchos argentinos, consumidos por ese cóctel explosivo entre la razón política y la pasión de saber. Toda su vida había sido comerciante, de modo que su conocimiento o su capacidad de análisis se ponían en juego siempre en el intercambio con el otro, una esgrima intelectual permitida incluso para los menos educados.

Como muchos entonces, era fiel seguidora de algunos periodistas y no le temblaba el pulso para cambiar el dial para seguirlos, si ellos cambiaban de emisora. A veces coincidía con sus opiniones, otras las discutía, pero era difícil imaginar que pudiera quebrarse su lealtad. Pese a su educación precaria, siempre consumió noticias de manera crítica y lejos de toda obsecuencia, como lo hace la mayoría de la gente que conocí y conozco.

En los últimos años, el periodismo -su rol en la sociedad, su relevancia y hasta su puesta en acto- se ha convertido en objeto de discusión al borde de la falta de respeto por el oficio, de la mano de avances tecnológicos que facilitan herramientas al punto de confundir a quienes creen que un par de búsquedas acertadas en Google pueden convertirlo a uno en periodista, o en persona autorizada a enseñar desde un blog cómo deben hacerse los diarios. Las redes sociales y su infinita potencia expresiva sumaron algo de confusión, y también lo hicieron los mismos medios, que, a través de la idea del «periodismo cívico o ciudadano», consiguen información de primera mano ahí donde no hay un corresponsal y, por si fuera poco, gratis. Desde siempre, quien acerca información a un medio es apreciado como una buena fuente, pero de ahí a «recibirse» de periodista hay un trecho.

¿Y qué es un periodista? Buena pregunta: siempre se llamó así a aquellos que cuentan los hechos, difunden noticias, informaciones útiles o escriben artículos de análisis u opinión; los que a través de una entrevista obtienen información y también a los dotados de sensibilidad especial para la escritura de notas de color, artículos que a través de un relato o de un perfil logran trasladar al lector al escenario de los hechos.

Sin embargo, últimamente, y por lo menos en la Argentina, todos los matices del periodismo parecen haberse reducido al periodismo de opinión. Tener un blog donde volcar ideas puede ser un excelente modo de expresión, un terreno fértil para la subjetividad y hasta el inicio de la brillante carrera de un escritor, pero poder decir lo que pensamos no nos transforma automáticamente en periodistas.

Y es que el periodismo se hace en las calles, las redacciones y los estudios de radio y TV, y no desde una computadora individual, porque es una disciplina que precisa de la interacción y el intercambio de ideas. Quiero ser clara y busco no ser ofensiva: una licenciatura en Comunicación convierte a alguien en periodista tanto o tan poco como una licenciatura en Educación lo convierte en docente. Eso que se llama ser un periodista sólo viene con la práctica y antes se llegó por el deseo y la admiración por un oficio, ni más importante ni más necesario que otros, pero con sus propias reglas. No estoy hablando de habilitaciones académicas, sino de credenciales profesionales que sólo se consiguen con entrenamiento adecuado, lectura abundante, el trato con los maestros y la experiencia.

Si no pasaste horas chupando frío para conseguir una frase a las puertas de un entrenamiento, de una oficina pública o de una fiesta privada o si no te desesperaste en una redacción o un piso esperando que se resolviera una elección porque el cierre te apuraba, tal vez sea difícil entender de qué estoy hablando cuando me indigno porque algunos se proclaman periodistas desde una página web que pretende estudiar el país y el mundo desde su cosmovisión pequeñita 2.0. No soy en absoluto una negada a la tecnología, pero la entiendo como una filosofía cuanto menos modesta para ser acaso la única formación intelectual y técnica de un periodista.

En su última y exitosa novela, Betibú , Claudia Piñeiro aborda el tema a través de la relación de dos periodistas, uno muy joven y el otro a pocos años de jubilarse. Ambos son cronistas policiales o, mejor, uno -Jaime Brena- fue el más brillante de los periodistas del género y fue alejado de la sección por las autoridades del diario, y el otro -no tiene nombre, es «el pibe de Policiales»- terminó ocupando un lugar vacante. Uno está en sus sesentas y supo sentir pasión por el oficio. Otro está en sus veintes y disfruta de sus horas de ocio navegando en las redes sociales. La historia los encuentra juntos, buscando resolver el crimen de un hombre poderoso.

«¿Sabés cuál es tu problema, pibe? Mucho Internet y poca calle. Un periodista policial se hace en la calle. ¿Cuántas veces te escondiste detrás de un árbol vos?, ¿cuántas veces llamaste a un testigo de un crimen o a un pariente del muerto haciéndote pasar por el comisario Fulano de tal?», le dice Brena al chico en el arranque de lo que va a ser su iniciación en el rubro. Poco a poco, el novato terminará mostrando que la tecnología hoy también puede ser una aliada a la hora de investigar. Y mientras el mayor se saca los lentes del prejuicio ante la edad de su nuevo socio, el más joven también descubre que hay cosas que no llegan naturalmente o por Twitter, sino que se construyen con el tiempo, como ciertos saberes y competencias.

Me gustaría que no se leyera esta nota como una defensa reaccionaria o corporativa escrita desde el resentimiento o la nostalgia, sino como un elogio del oficio que elegí hace años y en el que sigo creyendo. No suelo clasificar a la gente de este gremio por sus convicciones políticas, sino por su decencia y su capacidad profesional, y por eso no voy a discutir la categoría de militante (los periodistas debemos militar, sí, pero por causas y no por gobiernos) y tampoco la de periodismo independiente: la independencia no puede ser exigida como credencial de neutralidad porque más que un hecho concreto es siempre una idea por alcanzar, una meta que necesariamente va de la mano de la honestidad intelectual y el espíritu crítico.

Entre quienes considero periodistas profesionales hay gente a la que quiero y gente a la que no; gente a la que respeto intelectualmente y otra a la que no. Creo en las reglas de este oficio como creo en la capacidad crítica de la gente que consume las noticias, más allá del formato y el origen de los medios de los que extrae esas informaciones.

La memoria se empecina en traer el recuerdo de mi abuela, sus lealtades y la obstinada defensa de sus ideas. Sin embargo, y pese a ser una activa cuestionadora, a Juana jamás se le ocurrió señalarle a los medios cómo debían hacer su tarea. Le hubiera parecido tan temerario como enseñarle a un médico a curar.

Foto: mcshuibhne.com

La experiencia de escribir «Cuadernos de jóvenes suicidas»

In Exclusivos, Jóvenes Sueños on 17 abril, 2011 at 4:21 PM

Candela Romero estudia la Licenciatura en Comunicación Social en Universidad Nacional de La Rioja, tiene 19 años y cuando me contó su experiencia me alegró el día. Jóvenes, creando, festejando la imaginación estimulada y descubriéndose desde un espacio de producción. Ella misma escribe a continuación cómo le llegó la chance y próximamente conoceremos a fondo los «Cuadernos de jóvenes suicidas».

En una de mis tantas tardes haciendo nada, en mi amigo el señor caralibro, leí una publicación que decía: “Se necesitan jóvenes entre 14 y 19 años, a los que les guste la literatura y también escribir”. Por supuesto que como soy hiper curiosa, me anoté, sin saber de que se trataba. Me contestaron un “Ok, estás anotada. En unas semanas me contacto con vos”. Y así fue, pasaron dos semanas y me convocaron para una reunión en la biblioteca Mariano Moreno.

Cuando llegué, a la única gente que ví fue un grupo de chicos a los cuales no conocía, me quedé parada esperando que alguien apareciera y me dijera, sí… es acá!  Lo curioso fue, que se me acercó  un señor y me preguntó: “¿Vos estás por el casting para el documental?” creo que es imaginable mi cara de “¿Ah?”, no tenía idea de que era para un documental, pero bueno, lo único que pude decir es .

Cuando se sumaron varios chicos más, entre ellos una amiga y compañera, nos presentaron a otro de los productores, José, y este señor que me preguntó si estaba ahí por el casting, se presentó como Jorge Leiva, director del documental. Y nos empezaron a contar sobre el proyecto.

Resultó ser que el documental, de nombre “Cuadernos de jóvenes suicidas” es un documental que ganó un concurso del INCAA, en donde se presentaban distintos proyectos para generar producciones. El mismo, se va a emitir por algunos canales de la TV Digital. Y ahí estaba yo… y lo único que pensaba era “en donde me metí”, pero bueno.. ya estaba en el baile, así que baile!

Me entrevistó el director, me preguntó absolutamente de todo, mi vida, qué hacía, que estudiaba, qué experiencias grosas tuve, si leía, qué leía, qué tipo de personalidad tenía, qué apreciaba, qué no, qué me gustaba, qué no, y al mismo tiempo un señor con cara amigable me sacaba fotos y me filmaba. En cuestión de 30 minutos ya estaba enroscadisima y super ilusionada con todo, era una mezcla de sensaciones raras que al fin resultó genial.

Después de las entrevistas, nos presentaron Adriana Petrigliano, famosa escritora de La Rioja, quién nos dictó un mini taller literario y así generar algún fragmento para que supieran de que forma escribíamos. El cuestionario fue sobre la muerte, pero la muerte vista desde otro punto de vista, y la consiga era contestar de la forma más loca posible.

Luego de que escribimos, hicimos ronda de lectura, y pude ver que la muerte no es solamente oscuridad y dolor, en realidad si lo es, pero observé que hay gente que tiene la capacidad de agregarle algo tan lindo como la poesía, a tan fatal pérdida. Al fin de todo, quedaron en comunicarse con quienes fueron seleccionados, me fui totalmente esperanzada, fue una hermosa experiencia!

A la semana siguiente, el celular sonó: “Candela, te quería comentar que te seleccionamos para el documental, te felicito! Mañana reunión en X lugar” y fue como Siii, estaba chocha, feliz! Luego de eso viví acontecimientos tan lindos, tardes y tardes y tardes de talleres literarios con disparadores para escribir que iban desde un zapping televisivo, hasta cambiar verbos por sustativos y viceversa.

Como lo dice el nombre del documental, literalmente, teníamos nuestros cuadernos, lo hicimos artesanalmente y cada uno tenía el toque personal de los 6 jóvenes que estábamos participando.

El rodaje empezó el miércoles 23 de Marzo, y se realizó en una Casona vieja y refaccionada de Sanagasta, un pueblo de la provincia. Seis hectáreas de historias y bosque, belleza por donde se busque. En tres semanas, el documental fue grabado, con tomas individuales, grupales, también se filmaron los talleres en los que escribiamos, las rondas de lectura y tomas en el medio del bosque buscando inspiración entre tanto verde.

En todos esos días contamos nuestras historias, las charlamos, las lloramos, se nos mostraron cortos super interesantes sobre el tema, imágenes, noticias, columnas, cartas, diarios, y también conocimos algo tan fabuloso y mágico como es el Kamishibai, un miniteatro de papel. Fue genial, y eso que la experiencia comenzó por el solo hecho de ser curiosa.

Al terminar de grabar el documental, me dí cuenta de algo, el nombre, que tanto chocaba a la gente cuando se lo contaba (me acuerdo patente la cara de mi viejo, y el comentario de mis amigos “che, vos hacés como que te suicidas?”), terminó por ser Cuadernos – Jóvenes – Suicidas, cuando se vea el trabajo listo van a entender de que estoy hablando.

Además, la gente que conocí fue tan, interesante, personas tan distintas que en el fondo tenían algo en común, todos coincidimos en algo: “Las palabras pesan, pesaron y pesarán, siempre”, los chicos de la producción que se re portaron con todos, pero lo más satisfactorio fue que me dejaron ser, fui esa Candela que siempre estuvo guardada, me dí mi tiempo de escribir, de llorar, de contar mi vida y mis experiencias. Eso fue lo mejor, definitivamente.

Necesitaba a alguien que me lleve de la mano a experiencias tan insospechadas como esta. Fueron tres semanas de felicidad e imaginación, fue genial!