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Archive for the ‘Jorge’ Category

La Guajira y los intensos pueblitos colombianos

In Exclusivos, Jorge on 25 febrero, 2011 at 9:29 AM

Santiago Jorge es Columnista permanente de este Blog, y por eso comparte con nosotros las anotaciones de su viaje. En 2011 partió para Colombia y otro de sus post. Leer anteriores.

Me estaba cansando de la rutina, de tener todo organizado y de recorrer lo mismo que la mayoría de los argentinos que crucé. Fue un punto de inflexión en el viaje, decidí ir a un lugar del que no supiera nada, que nadie me lo haya recomendado y que nunca estuvo en los planes.

Me sumé a unas colombianas que amablemente me invitaron a pasar 4 días en el departamento de La Guajira; la hoja de ruta incluía: Riohacha, Manaure y Cabo de la Vela.

En el camino a Riohacha lo primero que se me vino a la cabeza fue el nombre de Gabriel García Márquez, es que éste siempre nombra en sus cuentos a alguna mulata caderona, personaje estrafalario o gitano proveniente de allí. Pensábamos hacer trasbordo y quedarnos solo 6 horas, terminamos pasando 2 noches.

Es un pueblo bajo, no hay muchos edificios, su calle principal es la Nº 1 que tiene solo 20 cuadras que bordean al mar, en ella se concentran toda la actividad de la ciudad: restaurantes, confiterías, puestos de turismo y discotecas. Aquí no hay hostels para viajeros, hay pocos hoteles y se ven pocos turistas (donde nos alojamos éramos los únicos huéspedes), ya que la mayor parte de éstos pasa por Riohacha para salir en camioneta al Cabo de la Vela.

No obstante el poco movimiento, esta ciudad sabe tratar al extranjero, toda la gente es cálida, su máximo orgullo es que el foráneo no se sienta como tal.

Vale la pena contar una de las tantas cosa que sucedieron: con mi amiga a las seis de la mañana buscábamos un baño para ella, alguien nos vio preguntando, se acercó, camino una cuadra con nosotros y abrió su ¡Boliche! ya cerrado para prestarnos el baño.

Caminar por sus calles de punta a punta, tomar jugo de mango con la sola compañía de las señoras que lo venden, y por las noches comer cocktales de camarón con cerveza de parado en la playa fueron de lo mejor de mis días en Colombia. En Riohacha no hay nada para ver, y ese es su encanto, para enamorarse de un lugar no hacen falta que estén las siete maravillas.

Seguimos a Manaure, zona donde habita la comunidad indígena Wayuu; es la capital salífera del país, de donde se extrae el 60% de la sal que se consume en Colombia. Un lugar de novela donde se ven montañas de la sal más pura (que parecen glaciares) y a 20 metros el mar caribe con su color particular.

Aquí se repite la historia de siempre, un wayupe me explicó lo que me imaginaba: los indígenas extraen y trabajan el mineral en jornadas de hasta 11 horas, a cambio de un salario exiguo; la empresa que explota estas tierras esta en manos de capitales extranjeros, y las regalías que se recibe a cambio son un chiste. ¿Te suena?

Terminamos en Cabo de la Vela, un desierto al que solo se llega en 4×4 y pagando una bolsa grande de caramelos de peaje, ¿Cómo es esto? El camino es complicado, arenoso y con mucho barro, en el medio de la nada, te topas con una soga a un metro de altura que te impide el paso, quien amarra estas cuerdas es un niño o niña que nunca tienen mas de 12 años, si no le convidas caramelos (y bastantes) no te abren paso. A estos chicos se les llama “pelaos”, nos cruzamos a mas de 10. No es realismo mágico, lo vi con mis propios ojos.

El Cabo es un rancherio, no hay luz, ni agua ni camas, solo hamacas para dormir y una cantina para comer, para bañarte podes comprar por un dólar un balde de agua de río y con el hacer lo que se pueda. Los originarios reciben a quienes se animan a llegar allí, ellos cocinan, atienden y explotan esta playa cristalina y tierras que les pertenecen; sus costumbres y tradiciones se respetan a rajatabla y también las explican en español, ya que entre ellos hablan su dialecto.

Aunque me dolió dejar a mis compañeros de viaje atrás, la experiencia de La Guajira no la olvido más, recorrer pueblitos en camioneta con gente colombiana, conocer esos lugares que nunca estuvieron en mis planes y ser tratado como fui, me hacen pensar que conocí el país que vine a visitar. Me quedan pocos días pero estos fueron de los más intensos.

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Recorriendo Cartagena de Indias

In AguaSuaves, Jorge on 13 febrero, 2011 at 11:56 PM

Santiago Jorge es Columnista permanente de este Blog, y por eso comparte con nosotros las anotaciones de su viaje. En 2011 partió para Colombia y acá su tercer post. Leer anteriores.

Llegamos a la ciudad más famosa de Colombia, fundada en 1533, sabíamos que fue el puerto más importante de América en la época colonial-español, y ahora es la mezcla perfecta entre historia, playa y diversión.

El primer día me di cuenta de que Cartagena de Indias tiene dos realidades bien distintas y marcadas, siendo malo y politizado podría decir que es una postal del capitalismo a ultranza: en Boca Grande y Castillo Grande, las zonas top, se ven edificios de 60 pisos todos vidriados, autos de alta gama e importados, y comer en los restaurantes sale arriba de 100 dólares. A 10 cuadras se encuentra la zona del viejo mercado, allí hay mucha gente mendigando, durmiendo en la calle y revolviendo basura para comer lo que otros botan.

Las playas de Cartagena no son como uno se lo imagina, su cercanía con el rió Magdalena hace que sus costas del este sean sucias, poca arena y muchas piedras. Solo en Boca Grande y El Laguito hay carpas y verdaderos balnearios. La mayoría de los que visitan la ciudad, se embarcan hacia Playas Blancas en la isla de Barú, a solo una hora en bote y es allí donde se puede disfrutar de playas vírgenes y paradisíacas.

Las zonas más antiguas y coloniales son Getsemaní y la Ciudad Amurallada, barrios populares y con historia, en ellos el paisaje combina a turistas tomando fotos y vecinos humildes que toda la vida vivieron allí. Al caminar por ellos te da la sensación de estar en otro siglo, el tiempo parece detenerse al ver como su gente esta todo el día sentada en la calle, charlando ó escuchando música, las puertas de casa están todas abiertas, y se almuerza y cena en pequeñas mesas que se ubican en la vereda.

Aquí fue el único lugar de Colombia donde sentí que no se trata al extranjero como en otras ciudades, es que al haber tanto turismo internacional, los vendedores ambulantes (que son muchos y molestos) siempre te quieren cobrar de más ó engañarte, y no prestan atención ni ayuda cuando le es requerida.

También fue el lugar del país donde el comercio de drogas es desvergonzado, mientras uno camina tranquilo por la calle te ofrecen a viva voz todo tipo de sustancias prohibidas; la policía (casi en todas las esquinas) mira para otro lado.

Me pareció que existía un pacto implícito entre traficantes y uniformados, ya que es imposible no darse cuenta, pregunté y un señor me dijo: “la policía no actúa porque ellos venden tranquilos a cambio de que no se atraque turistas. Va a ser muy difícil que dejemos de convivir con estos mercaderes de la muerte”

En pocos días me alcanzó para conocer lo que hay que visitar: Ciudad amurallada por dentro, castillo San Felipe y Centro de Convenciones Getsemaní. Pensaba quedarme cinco noches, pero me vi conociendo la Colombia superficial, la que se quiere mostrar y no la verdadera. En la playa no pude conversar con ningún lugareño porque solo hay europeos, australianos y argentinos; decidí dar un giro de 180 grados, no quería pasar mi estadía ombligo arriba.

Aunque partí antes de tiempo, no se puede negar que Cartagena es muy bonita, cómoda y segura, todo esta dado para que el turista disfrute allí sus vacaciones, sucede que no era el tipo de viaje que tenia planeado, supongo (y espero) que de grande podré volver para estar tirado sin hacer nada.

Con un poco de suerte, casualidad y hasta imprudencia, dejo a mis amigos en Cartagena y me sumo a unos colombianos que van hacia La Guajira, frontera con Venezuela.

Será hasta entonces.

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Recorriendo Colombia: Bogotá

In AguaSuaves, Exclusivos, Jorge on 27 enero, 2011 at 7:44 AM

Santiago Jorge es Columnista permanente de este Blog, y por eso comparte con nosotros sus anotaciones de su viaje. El veranos pasado estuvo recorriendo Perú, Ecuador y varios rincones mas (foto). En 2011 partió para Colombia y acá su segundo post. Leer el primero.

Viajamos a Bogotá vía tierra, cruzamos la selva colombiana y subimos a 2.800 mts. de altura; el servicio de colectivos es muy subdesarrollado y los viajes con alta peligrosidad. Cuando llegamos nos dimos con la primera sorpresa, aquí todo el año hace frío, no hay estaciones siempre es igual: si hay sol 20 º, si esta nublado o lluvia de 12 a 15º, y de noche pase lo que pase la temperatura baja a los 8 grados. No vinimos preparados para estos fríos.

Si Medellín nos pareció moderna, cosmopolita y comercial; Bogotá es muy distinta: universitaria, cultural y muy política. Tiene mucha historia y museos, en los cafés y graffitis se percibe una conciencia política social.

Nos hospedamos en el antiguo barrio La Candelaria, casco historico de la ciudad, son todas casas coloniales y pintadas con distintos colores. Por momentos al caminar se parece mucho a La Boca ó San Telmo. Es en este lugar donde se filmó la famosa pelicula «La estrategia del caracol». Allí la oferta cultural es amplia y recomendable, visitamos el Museo del Oro (el mas grande de sudamerica) la Casa de la Moneda (donde el virreinato de Nueva Granada acuñaba su moneda) el Museo Botero y el Museo de Bogotá; todo en un radio de 15 cuadras.


Las zonas colindantes a La candelaria son Barrio Germania (se llega caminando) donde se encuentra la quinta de Bolivar, un inmueble impresionante que el primer gobierno patrio le entregó al Libertador como recompensa, y donde éste pasó sus ultimos dias antes de partir a Santa Marta para nunca mas volver. La quinta esta restaurada y armada como museo, se pueden ver objetos personales y ajuares.

En el centro político del pais, se encuentra la plaza Simon Bolivar (una especie de plaza de mayo) donde se encuentran concentrados y uno alado de otro: El Palacio Presidencial, el Congreso Colombiano, el Palacio de Justicia, el regimiento de infantería Nº 1 y la Catedral. Aunque poco se de arquitectura, es impactante ver esas construcciones.

Sobre la seguridad, durante el día las zonas mencionadas estan fuertemente custodiadas con mucha presencia policial, todo lo contrario a la noche, que nos recomendaron no caminar ya que es muy peligroso, por primera vez nos movimos en taxi.

La movida noctura se encuentra en la zona rosa, que es para gente de alto nivel adquisitivo. Allí se encuentra Andrés Carne de Res, no hay nadie que no te lo recomiende y hable de él, todo el que visita Colombia sabe de lo que hablo. Aunque es muy costoso, vale realmente la pena pasar una noche ahí, son 4 pisos de restaurante, barras, música en vivo y en el último nivel una pista para rumbear. La atención, la comida y la ambientación son excelentes. Imposible no recomendarlo.

Desde que arribé me llamó mucho la atención el nombre del aeropuerto, «El Dorado», caminando la ciudad noté que así mismo se llaman distintos bares, zapaterias, hoteles y boliches. Pregunté a la gente del lugar, algunos no me supieron contestar y otros me lo explicaron así:

El Dorado es un indio que se bañaba en oro, con el paso del tiempo se convirtió en un mito. Luego, mientras los colonizadores se encargaban de asesinar para saquear todo el oro posible, los indígenas engañaban a los españoles contandoles de un lago lleno de oro puro y fundido (que no existía) donde se bañaba aquel cacique; así perdian el tiempo en búsqueda de ese paraíso inexistente. Por un momento la presa se reía del depredador.

Nos vamos de Bogotá sabiendo que conocimos una capital del mundo con todos sus condimentos de gran urbe. Se termina la montaña, viajamos para la costa.

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Mochila y actitud para recorrer Colombia

In Exclusivos, Jorge on 19 enero, 2011 at 8:43 PM

Santiago Jorge es Columnista permanente de este Blog, y por eso comparte con nosotros sus anotaciones de su viaje. El veranos pasado estuvo recorriendo Perú, Ecuador y varios rincones mas (foto). En 2011 partió para Colombia y acá su primer post.

Llegaron las vacaciones y nos las tomamos, dejamos de fingir ser periodistas para ser turistas, cambiamos diarios por guías de viaje, y el clima pasa a ser tan importante como la política. Sin celular, sin novedades de la patria, sin revisar el correo y casi sin preocupaciones; veinticinco días para mochilear, conocer y sentir Colombia.

Muchas personas asocian al mochilero con el movimiento hippie, con vivir sin plata, con almorzar conservas y con ausentarse con aviso de las duchas. En mi opinión, solo es un modo de viajar, de descubrir, de ponerse en los zapatos de otro. Se puede ir con ó sin efectivo o tarjetas, no es una cuestión de dinero, sino de actitud y predisposición.

Las ciudades y países no son sus aeropuertos, hoteles de lujo y restaurantes bien calificados. Se conoce un lugar cuando se toma su transporte público, se comen platos típicos en comedores locales, se hospeda en barrios residenciales y fundamentalmente charlando e interactuando con la gente del lugar, pero no como un foráneo superfluo, sino como un habitante del mundo preocupado e interesado por aquel rincón lejano, porque las diferencias muchas veces nos hacen parecidos y porque somos tan parecidos que buscamos diferenciarnos de nuestros iguales.

Todo viaje es una experiencia, y de las experiencias siempre se aprende, abrir la mente sin perjuicios ante otras culturas y costumbres nos dan cuenta de que no siempre tenemos la razón y somos los mejores, y que fuimos criados bajo un etnocentrismo estúpido y reduccionista.

Medellín

En los 90 nos enseñaron que Medellín era una de las ciudades más violentas del mundo; las guerras entre los carteles de drogas la habían tornado inhabitable, cualquier día una bala perdida ó no tanto terminaba con tu vida. Hoy los Antioqueños luchan por cambiar su imagen y vivir mejor, a nadie le gusta el narcotráfico y tratan al turista con amabilidad y predisposición.

Al llegar me encontré con una ciudad totalmente distinta de la que me imaginaba;la calidad y servicio del metro, la infraestructura y confort de los dos aeropuertos y la terminal, las autopistas y accesos a la ciudad, las zonas comerciales y de «business», me hacen saber que estoy ante una ciudad moderna y que progresa, lejos de aquella postal de violencia callejera que fue o que hicieron creer.

Llegue inquieto con el tema de la seguridad, con el primer paisa que conversé sobre el tema me contestó con una sonrisa pícara: “no se preocupe amigo, el único argentino que murió en Medellín, fue, es y será el mito más grande del mundo” haciendo alusión al accidente del Zorzal Criollo de 1935.

Pudimos caminar tranquilos, tanto de día como de noche por El Poblado, la Zona Rosa y Parque Berrio; en Manrique y el micro-centro hay que tomar las precauciones de toda gran urbe, y en el barrio Colombia nos pegamos tremendo susto porque 2 “muchachos” se tirotearon a 20 metros de la combi que nos trasladaba, el chofer dijo en chiste “welcome to Colombia” pero luego se excusó diciendo que son hechos aislados. Igual el miedo nos duró unos días, aunque nada malo nos pasó en nuestra estadía.

Medellín es una ciudad larga, para conocerla bien lo primero que hay que aprender es a utilizar el metro (considerado el mejor servicio público de Colombia en los últimos 5 años) que recorre la ciudad de norte a sur y te deja cerca de casi todos los puntos turísticos.

Es imposible caminar por Medellín y no escuchar hablar de dos personajes, un niño bueno y un niño malo, uno reconocido en todo el mundo y el otro buscado en todo el mundo, uno donó más de 100 obras (entre esculturas y pinturas) para que todos puedan acceder a ellas y el otro dividió a la población en dos: mitad sangre y rencor, y mitad agradecimiento y fidelidad:

Fernando Botero, escultor, muralista y pintor colombiano, la plaza más bonita lleva su nombre, allí están a la vista de todos 15 de sus mejores esculturas de bronce, que vale aclarar que a nadie se le ocurrió pintar con colores alusivos a equipos de futbol ni nada parecido. El museo local exhibe sus pinturas, la entrada es libre y gratuita. Todos lo quieren y además de la plaza, bares, cafés y hoteles llevan su nombre.

Pablo Escobar, fallecido hace ya 17 años, es un fantasma y mito que recorre la ciudad, fue el narcotraficante más famoso y perseguido del mundo, su fortuna llegaba a los 25 mil millones, jefe del Cartel de Medellín y acusado de más de 4500 asesinatos.

Aun hoy la opinión pública está en contraste respecto a su persona, la mayoría de la gente lo recuerda con odio por sus crímenes y el baño de sangre que hizo de Colombia, y nos les gusta que se asocie a su país con Escobar y cocaína.

Los mas humildes lo veneran por sus obras de beneficencia: 120 canchas de futbol, 3 hospitales, 3 escuelas y 560 viviendas. En los barrios Las violetas y Pablo Escobar se leen grafitis “Pablo vive”, “P.E. no te olvidaremos”. Alguien me explicó: “ El les daba coca a los gringos y les sacaba dólares.”

Estos dos personajes se unen en una obra de arte, Botero pinta la muerte de Escobar, el cuadro se puede ver en el Museo de Antioquia.

Y así dejamos Medellín, con más sorpresas de las que esperábamos, con buenos recuerdos y algunos amigos. Nos vamos a Bogotá. Hasta la próxima.

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¿Acceso a la cultura o pan y circo?

In Derecho a Replica, Exclusivos, Jorge on 14 diciembre, 2010 at 6:56 AM

Por Santiago Jorge

Este año, con motivo de los festejos por el Bicentenario, mas un nuevo aniversario del día de la Democracia y los Derechos Humanos, se han llevado a cabo en la cuidad de Buenos Aires y en distintas provincias diversos recitales libres y gratuitos, todos auspiciados por el Gobierno Nacional.

La nómina de los artistas no es para nada menor: Charly García, Andrés Calamaro, Fito Páez, León Gieco, Vicentico, Pablo Milanes, Calle 13, entre otros. Estuve pensando acerca de dichos eventos e invito al lector a participar:

¿Son modos de “achicar” las brechas que existen en el acceso a determinados bienes culturales, entre las diferentes clases sociales? Ó ¿Son medidas que solo tienden captar futuros votos indecisos? (método popularmente denominado “Pan y circo”).

¿Sirven para que la casi inexistente igualdad de oportunidades, se de aunque mas no sea en el ámbito cultural? Ó ¿Son ocasiones para que la viveza criolla actúe una vez mas y se cobren sobre-precios en las contrataciones? (no hace falta agudizar mucho el ingenio, basta una simple comunicación telefónica entre funcionario encargado y manager del artista, para que éste suba a discreción el “cachet”, con tal el dinero lo pone el Estado y no se recuperará ya que es gratuito).

Con los precios que tienen en la actualidad los libros, discos y las entradas a recitales, teatros y estadios de fútbol, se han vuelto asequible a unos pocos y prohibitivo para muchos. ¿Acaso ver a tu equipo, a tu banda o leer a tu autor preferido es también un problema reduccionista de oferta y demanda?

No quiero sonar demagógico ni iluso, pero es un derecho constitucional (Art 75,inc 22), reconocido por el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Art. 15), el cual ha sido aprobado y ratificado por la Argentina.

Así es como creo que con los nombrados espectáculos públicos, el Estado no hace más que cumplir con una obligación asumida, y quienes por razones económicas no pueden ir normalmente a ningún recital, se les da la posibilidad.

Quienes nunca pueden, pueden. ¿No es eso de lo que se nos habla en los manuales cuando se toca el tema “igualdad de oportunidades”?

Con respecto a los otros interrogantes, creo que el problema no es de la medida en si, veamos:

Si con dichos actos se intenta inducir a votar, creo se subestima al ciudadano y al pueblo soberano erróneamente, es pensar en algo muy remoto.

Con el tema de la corrupción que se puede dar, la falla no es de la decisión, sino del funcionario perverso que busca sacar provecho de ella.

¿Cuál es su opinión respecto a los innumerables recitales que ha fomentado y auspiciado el Gobierno?

Este autor es Columnista permanente de este Blog

Mi experiencia construyendo Un Techo para mi País, el cambio es posible

In Derecho a Replica, Exclusivos, Jorge on 24 noviembre, 2010 at 9:14 AM

Por Santiago Jorge

La propuesta para el fin de semana era distinta a lo de siempre; y el objetivo jugoso y esperanzador: construir en 3 días una sede comunitaria para la reciente junta vecinal del barrio Km. 12 y 12 y ½, con la participación de 25 voluntarios de Un Techo para mi País y las familias del lugar.

La división de tareas y roles, estaban bien definidas, así a algunos les tocaba solo cocinar, a otros dirigir la logística, varios se encargaron de tareas de formación con los vecinos y el resto tratábamos de colaborar en lo que haga falta. El trabajo en equipo de los voluntarios fue increíble, la mayoría no nos conocíamos entre nosotros y el respeto mutuo y el compañerismo fue siempre la regla.

No importaba si fueras ingeniero, arquitecto o si no sabias ni clavar un clavo, la opinión de todos se escuchaba y la prestación de cualquiera se valoraba por igual, desde la de chicos que están hace más de 6 años en la ONG y son casi expertos en este tipo de construcciones, hasta la de los que nunca habían participado en una.

Los habitantes de la zona, desde el comienzo nos recibieron con los brazos abiertos, haciéndonos notar y sentir que no éramos un grupo de extraños en su comunidad, ni mucho menos políticos que solo aparecen cuando se acercan las elecciones, el trato fue de igual a igual y todos estábamos felices de dormir, comer, trabajar y compartir todo el fin de semana con ellos.

Sobre la obra en si, hay que contar que se trata de una Sede para la Educación y el Trabajo, un espacio de integración para que todos los residentes del distrito se reúnan y debatan sus temas; como así también para que UTPMP realice sus distintos planes y cursos.

Lo curioso, y quizás hasta un poco negativo, fue que al tratarse de una casa no para vivienda, sino para ser un espacio común, se perdió la gratificación y vivencia de construir junto a una familia asignada, y compartir la emoción de lograr el sueño del techo propio. Así el primer día concurrieron a trabajar con nosotros la mayoría de los vecinos, luego el número de los que venían a colaborar disminuyó, dejando de lado eso que UTPMP propone de trabajar solo si es en conjunto con la gente del lugar.

Lo mejor de esta experiencia, mas allá de armar la Sede y su significado, fue poder pasar unos días con la gente humilde, los siempre mal etiquetados, quienes nos atendieron y cuidaron como se cuida a un familiar. Conocer una realidad social que esta muy cerca nuestro pero totalmente olvidada, vivir tres días como viven muchos en argentina nos tiene que bastar para indignarnos, porque la pobreza nos tiene que importar.

Los últimos minutos en el barrio, con la Sede ya armada, pero sin inaugurar por cuestiones de reloj, fueron inolvidables: todos abrazados, los vecinos agradeciendo con lágrimas en los ojos, y pidiéndose entre ellos estar unidos, porque así un futuro mejor, un cambio, es posible.

Infografía Un Techo para mi País (PDF)

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Ambidiestro

In Jorge, Malas Viejas on 24 octubre, 2010 at 11:58 AM

Por Santiago Jorge

Esto de “decidite pibe, militas con el socialismo pero tu viejo te regalo un Rólex” ó “si defendés la libertad de prensa, culto, la propiedad privada, sos un liberalista acérrimo que defiende la desigualdad de oportunidades”. Me tiene tan casado que vamos a sacar el volumen II de Ambidiestro (Leer en el Blog del autor), que es vuestra comunión.


Hay muy poca bibliografía que trate sobre el tema; las dos campanas deben ser las mentiras más creídas del mundo, y las más defendidas también. Aunque hay cosas para compartir: al final del camino descubrimos que el capitalismo en pos de la libertad despreció la justicia, creando las mayores desigualdades sociales jamás vividas; y su primo hermano, el comunismo en pos de la justicia llegó a pisotear tanto la libertad que cualquier parecido con algún totalitarismo de ultra derecha no es mera coincidencia.

Charlando con un amigo que milita en el P.S se le escapó su desprecio hacia las fuerzas policiales, y contó con naturalidad que varios compañeros suyos desean (no se si lo piensan) eliminarlos a todos. ¿Qué diferencia existe con tanto facho suelto que tenemos en la T.V ó que tuvimos al poder y deseaban (hicieron) lo mismo para lo chicos que se dejen la barba y leen Marx?

Visto desde lejos, la tan real “explotación del hombre por el hombre” es totalmente compatible con la tiranía de 10, 20 ó 100 déspotas que en nombre del pueblo crearon una revolución (burocracia) tan injusta y miserable que terminó siendo la misma dictadura que la de sus antecesores, con otro rótulo.

Todo esto no es para caer en un nihilismo estúpido sino todo lo contrario, ver que el agua y el aceite pueden ser ambas buenas para la salud: la distribución progresiva de la riqueza no significa ser populista, puede encajar y coordinarse con el respeto a la propiedad privada.

Lograr una verdadera seguridad jurídica puede atraer a nuevos capitales a invertir y producir, lo cual es perfectamente compatible con volcar al sistema productivo a la inmensa cantidad de personas que hoy en día son ayudadas por distintos subsidios del Estado (el asistencialismo es un parche necesario, pero si se vuelve eterno, solo condenamos a vivir de la limosna y al servicio del clientelismo político a toda esa parte de nuestra población)

Fortalecer el país y sus instituciones deberían ser el norte de toda idea ó partido político, y no solamente llegar al poder, como actúan hoy en día todos los intermediarios entre el pueblo y el gobierno. La semana pasada festejamos que la mayoría de la gente defiende políticamente ciertos hechos o asuntos; esto no quiere decir cegarse ante una doctrina, sino todo lo contrario, defender desde un punto teórico ó político todo aquello que sea para el bienestar de la Nación, ya sea que viene del Partido Obrero o del Partido Conservador.

Cada día me convenzo más de que se puede ser elitista tanto de derecho como de izquierda.

Se puede ser progresista a los 80 años como retrógrado a los 20. Se puede ser corrupto aun habiéndose graduado en las mejores universidades ó criado en cuna de oro, como también lo puede ser aquel que de tanto pelearla y pelarla en circunstancias adversas llegó a la cumbre del poder por merito propio.

En fin, podemos ser aristócratas y pordioseros al mismo tiempo, nadie por arriba, nadie por abajo (entiéndase la metáfora), y en cuestiones políticas yo personalmente me puedo ir a la ultra izquierda si de defender los recursos naturales se trata, como en cinco segundos estar a la derecha si hablamos del respeto a la libertad ó propiedad privada.

¿Algo para agregar curioso lector?

Este autor es Columnista permanente de este Blog

 

Tiempos políticos

In Jorge on 15 octubre, 2010 at 2:22 PM

Por Santiago Jorge

Alumnos toman los colegios, se responde a que se “politizó” el asunto. El Senado debate el 82% móvil para jubilados, se contesta que se «politizó» el tema y no se puede debatir. Argentina no extradita a Aplabaza y todo el mundo opina sobre la «politización» de la cuestión. Si hasta las últimas declaraciones de Diego Maradona y sus apariciones públicas (en Casa rosada incluida) se decían eran una jugada política para devolver al 10 su cargo de entrenador y que sea la cara visible de la Copa América 2011.

Pregunto: ¿Esta mal “politizar” nuestros temas cotidianos? Tomar una postura política respecto a hechos y actos ¿Es para descalificar?

En los libros se nos enseñó que toda acción es política, que en todo trasfondo siempre existiría una cuota de ideología propia de cada actor social. Es imposible ser Apolítico o peor aún; no tener arraigadas ideas, concepciones y modos de ver y actuar en nuestra sociedad, les entregaría en bandeja a los gobernantes de turno un pueblo fácil de oprimir y llevar por el sendero que más convenga. “Hombre Masa” diría Ortega y Gasset.

Hace mucho hubo una generación idealista, comprometida e intelectual; y se la eliminó con balas (error también de dicha generación que mediante la militarización y desprecio por los métodos democráticos quiso arribar al poder). Después vino el boludeo total: Miami, sushi con champagne, las piernas de Maria Julia, el “Deme dos” y demás prácticas y costumbres que nos dejaron en el fondo del mar.

Les guste o no a la mayoría de la gente, con este segundo gobierno kirchnerista (más allá del color partidario) hemos vuelto a discutir sobre política, se ha vuelto nuevamente a un debate ideológico, la polémica se centra en el proyecto de país que queremos. Todos toman posición respecto a la agenda pública.

Creo que es sano, al fin y al cabo las contradicciones son el motor de la humanidad escribió no recuerdo quien. Tampoco estoy de acuerdo con aquellas posturas fundamentalistas que se ciegan a causa de doctrinas y terminan desconociendo los hechos y la realidad, pero si es saludable que volvamos a conversar políticamente sobre intereses de todos.

Se nota mucho este momento de “politización”, en los bares, reuniones familiares, en la facultad, en la radio, televisión y hasta en nuestro nunca bien ponderado Congreso de la Nación (no recuerdo en el corto plazo, sesiones como la de la resolución 125 ó como las de la ley de medios audiovisuales).

No está mal. Así es más difícil que nos cambien espejos por oro.

Este autor es Columnista permanente de este Blog

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Según apunta Clarín en una Editorial podrían existir buenas y malas formas de la politización. Desde el matutino porteño sostienen que la politización mal entendida está provocando un serio deterioro institucional que se refleja en la incertidumbre de los inversores y los relevamientos de opinión y que afecta la vida social y económica. Entre las líneas que se redactan se destaca el fundamento malicioso del cual parecen los Medios escapar airosos, ya que dice que cuando esto sucede (la mala politización) se relega o se suprime el uso de los criterios técnicos necesarios para la consideración y solución de los problemas involucrados, o se producen distorsiones en el funcionamiento de los organismos o los mecanismos del sistema republicano. En cualquier caso se engaña y se perjudica a la ciudadanía.

Según el diario, el caso más relevante de esta política es, sin duda, la manipulación politica del tema de los derechos humanos, que el Gobierno practica en forma cada vez más explícita y distorsiva. Agrega además los ataques a la prensa independiente, el caso del INDEC y asegura que Néstor y Cristina Kirchner apoyaron públicamente la toma de colegios, en el entendimiento de que afecta a su competidor político Mauricio Macri.

En todos los casos se pone de manifiesto tanto un menosprecio por el funcionamiento de las instituciones y una falta de visión de largo plazo en los aspectos sustantivos de la vida nacional, como el ejercicio de los derechos, la confiabilidad del Estado, la estabilidad económica o el desarrollo del conocimiento.

Dos posturas. Vos ¿Qué opinas?

Mas allá de Ecuador y el caso Correa

In Derecho a Replica, Exclusivos, Jorge on 3 octubre, 2010 at 10:15 AM

Por Santiago Jorge

Todavía no sabemos si lo sucedido en Ecuador ésta semana fue un frustrado golpe de estado, una situación de anarquía en las fuerzas policiales sin ningún tipo de conspiración política ó una exageración del Gobierno Ecuatoriano para salir bien parado.

Si hemos visto las reacciones, tanto de Mandatarios como de ciudadanos de todo el continente: ganó ampliamente la democracia y el respeto al orden constituido.

Sorprendió la agilidad con que los Presidentes americanos se reunieron y repudiaron juntos la sublevación en Quito, demostrando integración regional y gran cooperación ante los fantasmas de la inestabilidad política tan propia de nuestras tierras.

Podría sentarse un precedente en cuanto a forma de actuar ante hechos como éste, un Gobierno sin reconocimiento por sus pares, sin poder comercializar con sus vecinos y con sus fronteras cerradas, no tendría más salida que convocar a elecciones y que el pueblo soberano elija sus autoridades.

En las calles y redes sociales también se hizo sentir el apoyo hacia la institucionalidad, más allá de ideologías ó estar de acuerdo o no con la política desarrollada por el Presidente Rafael Correa. La consigna fue clara: nadie quiere saber nada sobre derrocamientos a Gobiernos constitucionales.

Es que un grupo de personas que toma el poder por la fuerza y sin respetar la ley, puede hacer con nuestros derechos y garantías exactamente lo mismo, es decir, avasallarlos y aniquilarlos sin ningún impedimento.

Todos conocemos la triste historia Latinoamérica de arribar al poder por vías de hecho, sus consecuencias se proyectaron hasta nuestros días (juicios, apropiaciones ilegales). A una generación entera le cuesta olvidarse y aún seguimos hablando sobre aquellos años, basta abrir cualquier diario Argentino y sin excepción, alguna línea nombrará a los “setenta”.

Muchos tuvimos la suerte de nacer, crecer, estudiar y formarnos en democracia, creo que en Argentina esta muy fortalecida, hemos madurado mucho en ese sentido; pero ésta es incipiente en nuestro continente, sobre todo en los países menos desarrollados. Recordamos lo sucedido en Honduras, y hasta el mismo Ecuador desde el año 1996 a la fecha ha tenido 10 presidentes (2 militares incluidos).

Los gobiernos y gobernantes salen del pueblo, son su reflejo, la sociedad los engendra y los elige. Con el sufragio otorgamos y quitamos al mismo tiempo el mandato público, pero a veces no alcanza, se requiere participación ciudadana en las vida pública, ya sea para controlar ó para ser parte activa de la misma.

Se necesita el respeto mutuo entre las plurales voces políticas, se tiene que creer y confiar en las instituciones, con sus tiempos y modos. De ese modo construiremos y consolidaremos nuestra Democracia.

De izquierda a derecha, los presidentes de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), de Uruguay José Mujica; de Chile, Sebastián Piñera, el secretario general de Unasur, Néstor Kirchner; la mandataria de Argentina, Cristina Fernández; de Bolivia, Evo Morales y de Perú, Alan García, durante la apertura de la reunión de urgencia de Unasur para evaluar la crisis en Ecuador. EFE/Cézaro De Luca

Este autor es Columnista permanente de este Blog

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Cansado de Clarín y la TV Pública

In Jorge, Malas Viejas on 29 septiembre, 2010 at 2:19 PM

Por Santiago Jorge

El domingo me compré el diario Clarín (edición papel), toda mi vida lo leí: cuando era chico porque lo compraba mi viejo, cuando crecí por cuestión de costumbre y creo que de comodidad para leer. Lo tuve que dejar a la mitad y pasar a deportes, era predecible todo lo que seguía en esas hojas y notas, si el gobierno dice blanco, esta mal; si dice negro también esta mal.

Kirchner vs Clarin, o viceversa, la pelea que aburre y perjudica.

La verdad es que me da mucha lastima lo que nos pasa como país, el diario más importante no puede pasarse páginas y páginas con tono agresivo y confrontativo contra nuestra figura presidencial, criticando TODO y confundiendo al lector en ciertos asuntos, como también tapando y sin darle trascendencia a temas que lo salpican a ellos mismos y que son de gran interés, por ejemplo caso Papel Prensa.

No creo que nunca haya habido tanta libertad de expresión por las cosas que leí en dicho diario; ahora es realmente para preguntarse ¿dentro del diario hay libertad de opinión? ¿Acaso todos los periodistas dentro del medio piensan todas esas pestes sobre nuestra Presidenta? Cuanto menos es sospechoso que exista unanimidad entre tantas personas.

Desde aquí no vemos el vaso medio lleno, no nos olvidamos que el propio Néstor Kirchner prorrogó por 10 años las licencias de radio y televisión de las empresas de Clarín; y ya con Cristina Fernandez en el gobierno se autorizó la fusión entre Cablevisión y Multicanal, creando y facilitando el monopolio del Grupo.

Se sabe también que hasta el conflicto del campo, en Clarín se hablaba muy bien del kirchnerismo y se recibían los beneficios de la propaganda oficial.

A toda esta confusión y lucha de egos, se suma que en la vereda del frente, hay varios programas en canales de aire, que solo se dedican a hacer propaganda oficialista, lo cual no creo que este mal, pero también cansa, es decir, solo se muestra el lado positivo del gobierno y se defenestra a todo lo que venga de la oposición ó del diario Clarín. Se sufre así el mismo síntoma que su adversario.

Una vieja amistad de conveniencia.

En el medio de todo esto: nosotros, la gente común, que esta de acuerdo con algunas medidas que salen de la Rosada y con otras no; que quiere leer un diario y a periodistas objetivos e independientes; que quiere ver la TV pública sin que se nos quiera hacer creer que todo anda de maravillas y que el país está bárbaro.

Hace años que venimos viviendo esta situación, la cual ha cansado a todos. El domingo de casualidad escuche a un personaje decir: “Todos estamos hartos, porque es una guerra entre dos hijos de p…” “leer o ver a cualquiera de ellos aburrió, porque es como prender una radio partidaria, sabemos el discurso que se va a venir”.

Este autor es Columnista permanente de este Blog

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La imagen aquí arriba (click para agrandar) circuló hace un tiempo en Twitter. Se trata del “Mapa de la manipulación”, un análisis gráfico, hecho sobre 253 tapas de Clarín, desde la asunción de Nestor Kirchner el 25 de Mayo del 2003 hasta el 25 de Mayo de 2010.

Según explica su creador, se tomaron siempre 3 tapas por mes de los días 5, 15 y 25 (26 en navidad) para que el muestreo sea lo más objetivo posible.

En cada tapa se resaltó con verde las noticias favorables al gobierno, y con rojo lasdesfavorables.

El gráfico muestra la variación en el tono del diario sobre las noticias del gobierno, y demuestra la degradación de la relación entre Clarín y el kirchnerismo.

No dejes de abrir el archivo y mirar el análisis completo aquí

Fuente: 140